viernes, 4 de octubre de 2013

LA NATURALIDAD DE UN EMBARAZO

Hoy en día, desde el momento que te quedas embarazada, todo se convierte en una lluvia de información, de consejos, de pruebas de todo tipo.
De repente, cuando todo el mundo se entera de tu estado, empiezan a contarte experiencias, a decirte lo que tienes que hacer y llega un momento en el que tu cabeza no puede procesar tanta información.
Seguramente, todas las mujeres de tu familia empiezan a contarte sus partos de cabo a rabo y también se empieza a especular sobre el sexo del bebé. 
Lo del sexo del bebé es supergracioso porque cada una de las personas que te predice si va a ser niño o niña, asegura no fallar nunca en sus intuiciones y lo aseguran al 100%.

Nunca creí que lo haría, pero lo que yo he hecho durante los 8 meses de preñez que llevo es: atender lo que me dicen pero pasar olímpicamente de todo tipo de vaticinios e insinuaciones: cada mujer es un mundo, por lo tanto cada embarazo también lo es. La probabilidad de que sea niño o sea niña es de un 50% y, lo que menos interesa a una mujer preñada es el sexo de su bebé ya que, nuestra principal preocupación, nuestro principal interés, es que nazca san@. 
Si tenéis angustias, hablad con la ginecóloga y que os recete unas pastillas naturales que llevan gengibre: cuanta menos porquería le metáis al cuerpo, mejor. 
Si os mareáis, acostaros y relajaros.
Si tenéis nauseas y vómitos, dejad que el cuerpo actúe, reaccione como desee. 
No hay que olvidar que, de la noche a la mañana un ser extraño se aloja en tu cuerpo, cosa que no está para nada acostumbrado, por lo tanto hay que dejar que fluya, que se adapte... está claro que es molesto, fastidioso pero pensad que todo se debe a que ese ser que está en vuestro vientre, va creciendo, va buscando su sitio, va formándose y que, sois vosotras las que le estáis dando eso tan maravilloso que se llama VIDA. Así que, cuando os encontréis mal, sentiros dichosas de poder regalar lo más valioso del mundo.

Os harán mil pruebas, mil analíticas, mil historias .... os darán mil consejos. Pero el mejor de los consejos es que seáis vosotras mismas, que viváis el embarazo como algo natural, aunque a veces sintáis que os están tratando como enfermas: prohibido comer: jamón, embutidos, carnes crudas, beber cafeína, gas ..... Vale, eso se hace. No comes nada de eso porque te da rollo, luego también tienes que tener cuidado con la tensión, con el azúcar con los triglicéridos, te controlan el hierro, te dan vitaminas... y tu no te cansas de dar las gracias por toooodo lo que te cuidan y haces caso a los profesionales, obvio. 

Pero, lo que jamás hay que olvidar es que:
 1- El embarazo es la etapa más bella de la mujer.
2- A nuestras ancestras no les controlaban y salían niños de 5 kg bien sanos y no pasaba nada. 
3- No estamos enfermas, estamos embarazadas y, si nos cuidamos es por nuestr@ bebé.
4- Vuestra única preocupación durante el embarazo es ser felices. 
5- Cuando las hormonas invadan vuestro carácter y : paséis de la risa al llanto, del buen humos al cabreo, de pasar de todo a darle importancia a todo, cojáis una manía enfermiza a ciertas personas que antes ni fu ni fa, os cabreéis a la mínima, lloréis viendo vídeos de pañales y un largo etc ; no sentiros culpables para nada, ni pedir perdón. El embarazo, también significa una sensibilidad extrema en nuestro estado. Si vuestro entorno lo comprende, excelente; si no lo comprende, su problema es, no el vuestro. Mostrad vuestros sentimientos y no os los guardéis, porque dentro van para el bebé y el bebé está muy tranquilit@ buceando en su líquido. 
A la mayoría de mujeres nos suele salir la leona que llevábamos dormida. A eso lo llamo yo: instinto animal, pues, los seres humanos, no dejamos de ser animales.
 

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